Dr. Roberto Frucht W.
Don Roberto Frucht Wertheimer nació en 1906 en la ciudad de Brno, en la región de Moravia, que entonces era una provincia austriaca, y que hoy pertenece a la República Checa. Su familia se trasladó a Berlín en 1908, y allí realizó sus estudios secundarios y universitarios. Con los recientes trabajos sobre la teoría de la relatividad, el nacimiento de la mecánica cuántica, y el estudio de otros fenómenos igualmente revolucionarios, la física estaba experimentado un impulso extraordinario, por lo que era muy atractiva como materia de especialización para jóvenes con talento. Tanto la física como las matemáticas fascinaban al joven Frucht, pero según propias declaraciones, su poca habilidad en manejar aparatos experimentales, necesaria en física, decantaron sus preferencias hacia las matemáticas.
En 1931 obtuvo el doctorado trabajando con el Profesor I. Schur en la Universidad de Berlín, en el problema de las representaciones de grupos mediante colineaciones, que fue aprobado con la distinción magna cum laude.
Luego aceptó un empleo en una compañía de seguros en Trieste, Italia, ya que en aquellos años era bastante difícil para un matemático encontrar empleo en Alemania, más aún si no se era un ciudadano alemán. Lo más positivo de los ocho años de residencia en Italia, fue su matrimonio con María Mercedes Bertogna Posselt en 1932, y el nacimiento de su hija Erica.
A comienzos de 1939 se vivía en Europa un ambiente incierto y sombrío, premonitorio del conflicto bélico que se avecinaba, por lo que, al igual que muchos otros científicos, la familia Frucht optó por emigrar a tierras que permitieran vivir con tranquilidad. Eligió instalarse en Argentina, donde su esposa tenía familiares, y logró encontrar trabajo como actuario en una compañía de Seguros de Buenos Aires.
Inesperadamente, recibió una invitación del Dr. Breush, que había sido compañero suyo en la Universidad de Berlín, para ocupar su puesto de profesor de matemáticas en la Universidad Santa María de Valparaíso, pues tenía que trasladarse a Estados Unidos con su familia. Esta invitación fue aprovechada por el Dr. Frucht, y de esta manera se unió al grupo de grandes maestros que forjaron las bases del desarrollo científico de nuestra Universidad.
Su carrera académica comenzó en 1939, dictando clases tanto en los cursos elementales de la Escuela de Artes y Oficios, como en los de Ingeniería y posteriormente en la Escuela de Graduados, con una pesada carga docente que llegaba hasta las 26 horas de clases semanales, demostrando desde el principio su total entrega a la tarea que se le había encomendado.
En 1948 fue nombrado Decano de la Facultad de Matemáticas y Física, cargo que desempeñó hasta 1968.
Por la calidad y excelencia de su quehacer académico, fue nombrado Profesor Benemérito de la USM en 1970.
Don Roberto Frucht contribuyó de manera decisiva al desarrollo de la teoría de grafos que entonces estaba en su infancia luego de ser propuesta en 1936 en un libro por Dénes König. Una pregunta general presentada en ese primer libro fue contestada acertadamente por Don Roberto en su famoso artículo de 1938 sobre la existencia de grafos con grupo de automorfismos dado, que sólo los matemáticos pueden valorar en su justa medida, y que abrió un campo de estudio tan rico que aún continúa activo. Otros trabajos posteriores sobre grafos confirmaron su autoridad en este campo. El artículo "How to Describe a Graph" fue publicado en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York y en él describe grafos usando ciertos subgrupos cíclicos del grupo de automorfismos. Estas representaciones de grafos se conocen como "Diagramas de Frucht".
Fue invitado a participar en varios congresos científicos internacionales, y es autor de muchas publicaciones en revistas de prestigio internacional. Publicó más de 30 artículos relevantes sobre teoría de grafos y sobre grupos finitos y combinatorios en revistas internacionales especializadas. Nuestra revista Scientia se benefició con alrededor de 50 artículos sobre didáctica y divulgación, aspectos a los que Don Roberto concedía gran importancia. Incluso contribuyó a la matemática financiera con algunos trabajos sobre la materia.
Además fue coautor de dos libros:
-Ejercicios de matemáticas, escrito en colaboración con el Profesor Carlos González, conocido y trabajado por todos los sansanos, y
-Zero Symmetric graphs, publicado por Academic Press en 1981, en colaboración con H.S.M.Coxeter y D.L. Powers
A lo largo de su carrera se hizo merecedor de varias distinciones, entre las cuales se pueden citar las siguientes:
Nuestro respeto y reconocimiento hacia don Roberto se basó en estos aspectos, que para la mayoría de los alumnos eran los únicos que se consideraban en la valoración de un profesor. Casi nadie incluía en esos parámetros al valor de sus investigaciones ni de sus publicaciones científicas, como ocurre hoy. En realidad esa faceta era prácticamente desconocida por muchos de sus alumnos, y ahora nos enteramos con sorpresa que Don Roberto tenía el reconocimiento y la admiración internacional por sus brillantes contribuciones al estudio de la teoría de grafos.
En las reuniones y en sus conversaciones, sus argumentos eran siempre de una lógica demoledora, lo que era una clara manifestación de los esquemas mentales del matemático que llevaba dentro. Su franqueza era a veces desconcertante, pero muy sincera, genuina, y bien intencionada. No dudaba en señalar nuestros errores, pero con corrección y sólo con el ánimo de mejorarlos. Y su modestia era proverbial. Poseía un excelente y fino sentido del humor y reía frecuentemente con una risa franca y sincera.
Otra muestra de la integración total de Don Roberto en la comunidad sansana, fue su aceptación al ofrecimiento del Rector de la Universidad para dirigir la Residencia Universitaria, lo que lo obligó a trasladarse con su esposa e hija, a vivir en el recinto de la USM. La siguiente es una foto de Don Roberto en su cargo de Director del Internado de la USM, junto a los sansanos internos en 1955. [Foto Sansanos Internos 1955].
Más tarde su nieta Francesca vivió años con sus abuelos, iluminando sus vidas como sólo nietos pueden hacerlo.
Lo que don Roberto contaba
A pesar de su falta de destreza manual, con orgullo recordaba que en su exámen de física teórica en la Universidad de Berlín, el profesor Max Planck (premio Nóbel de física en 1918) lo felicitó expresando que “ojalá mis alumnos de física la entendiesen tan bien como Ud.”
No hay que olvidarse de su orgullo por la famosa “citroneta”, su primer auto luego de 25 años en Chile. Tenía dos frases celebres cuando conducía con acompañantes: “Freno” era la advertencia al llegar a una luz roja, y “Donde manda pasajero no manda el chofer” cuando llevaba a su esposa Mercedes de paseo o de compras. Continuó manejando hasta una edad muy avanzada aunque el rumor era que su habilidad con matemáticas avanzadas era muy superior a su habilidad para manejar.
Una vez, en medio de la clase, empezó a rascarse la espalda en el borde de la puerta de la sala y mirándonos sonriente expresò que “Tenía N pulgas, ahora tengo N-1 pulgas” y continuó la clase muy seriamente.
Klaus Lothholz (Alemania)
Peter Peyser (EEUU)
Boris Rotman (EEUU)
Claudio Torres (EEUU)
Viktor Wilhelmy (EEUU)