In memoriam Prof. Mario Derpich Babarovich (qepd)
El pasado 26 de febrero de
Nació en Santiago el 15 de julio de 1930. Hijo del comerciante porteño Ernesto Derpich. Fueron tres hermanos: Ana (hermana mayor), Mario y Milan (Ingeniero Electricista UTFSM). Ingresó a
En 1950 ingresó a
En 1955 desarrolló su memoria en la implementación del Laboratorio de Resistencia de Materiales, siendo su profesor guía don Bruno Wollmann; obtuvo su título de Ingeniero Civil Mecánico el 27 de julio del mismo año. La Fundación Grace Doherty of New York le concedió una beca para estudios de perfeccionamiento en la University of Virginia, permaneciendo en esa universidad estadounidense los años 1955 y 1956.
En 1956 recibió el premio al Mejor Titulado en 1955, por el Centro de Ingenieros de Aconcagua. Desde septiembre de 1956 hasta febrero de 1957 realizó investigaciones en
Durante la Rectoría de don Carlos Ceruti G., en el año 1960 fue designado Decano de
En 1968 renunció a
Don Mario es recordado por los alumnos sansanos electricistas y mecánicos como un buen profesor: serio, responsable y reservado en su actuar; sobrio, claro y conciso en sus explicaciones. Una cualidad destacable era su excelente memoria: era el único decano que en la ceremonia de graduación nombraba de memoria y con sus nombres completos a todos los titulados de mecánica. Contaban las secretarias de esa época, que cuando se extraviaba un acta del Consejo de Profesores, recurrían a don Mario para rehacerla.
Por su parte, sus colegas, en la academia, destacan su humildad pero firmeza en el planteamiento de sus puntos de vistas y su cariño por la Universidad. Sus alumnos le tenían gran respeto, en sus clases nadie hablaba, su palabra era ley. Resaltaba lo relevante en la resolución de problemas y no perdía tiempo en explicar lo obvio o lo que resultaba consecuencia lógica del planteamiento. Por este motivo, sus alumnos lo bautizaron como “El Papi Derpich”. Esto nunca lo supo, hasta que se le contó un par de años atrás, con motivo de su visita al Departamento de Mecánica. En esa ocasión estuvo muy contento de volver a la Universidad, ver sus cambios y reconocer como profesores a quienes fueron sus alumnos. En esa ocasión recordó sólo algunas etapas de esas en que tuvo de alumnos a aquellos que hoy están ejerciendo de profesores en el Departamento de Mecánica, debido a un incipiente Alzheimer que lo afectaba. Pero estaba muy contento y abrazó a los profesores que fueron sus alumnos y se fue con una muy grata sensación: los actuales profesores nunca lo sintieron tan cerca como aquella vez. En su espíritu fue posible reconocer aún, a pesar de los años transcurridos, su corazón sansano y su eterna gratitud con esta institución que lo formó desde su etapa escolar.
Don Mario, descanse paz y en el Departamento de Mecánica de
Edmundo Sepulveda Q., Profesor Depto Mecánica, UTFSM